"La idea de marca tendríamos que irnos al año 2009, para hablar de uno de los inicios, no solo he tenido uno (se ríe). En este año presenté en mi pueblo en un desfile, una pequeña colección de vestidos de fiesta, a partir de aquí, empezaron los encargos de vestidos y una cita anual a los desfiles en mi localidad. Así es como va cogiendo forma la idea de poder conseguir ser una marca.
Pero en años posteriores, como en el 2011 y 2012 presento dos colecciones que son publicadas en numerosos medios de comunicación nacionales e internacionales. Con ello, se empieza a construir la idea de lanzarme de lleno con mi propia marca y dejar de trabajar para otros, pero por motivos personales hice un parón de dos años con Jorge de la Rosa, a día de hoy pienso que fue un gran error pero por fin a finales del 2015 nace Jorge de la Rosa tal y como lo conocemos hoy. Aunque en estos cinco años ha habido cambios y giros inesperados, porque empezamos siendo una marca de invitada con 17 puntos de venta multimarca a nivel nacional, desde hace dos años y con el rumbo correcto o al menos el deseado en estos momentos, estamos con nuestro atelier en el centro de Madrid y nuestra colaboración con L´Maje en Toledo, donde creo los vestidos para novias e invitadas que tanto me gusta hacer".
"Sueño con el día que pueda tener un gran equipo detrás. En mis anteriores trabajos he liderado equipos y me encanta la sensación de que todo un equipo reme en la misma dirección, por ello, me encantaría ver a un equipo trabajando bajo el mismo techo y bajo el nombre de Jorge de la Rosa y así poder crear puestos de trabajo en España en el sector textil, que tan abandonado esta.
A día de hoy la gente que tengo al lado, trabajando para Jorge de la Rosa, son compañeros del sector que contrato. Tengo a mi Vicky, Ana, Andrés, María y sobre todo tengo a mi pareja, que no es que sea un apoyo, si no que colabora con la marca tomando decisiones conmigo en todos los terrenos y por supuesto, también tenerte a ti en el sector de la comunicación es un plus".
"No sé si me diferencio en algo o no, quizás es una pregunta que habría que hacer a las novias e invitadas que después de ir a diferentes ateliers eligen el mío. Quizás es el trato, la confianza, no sé… Yo intento hacer todo lo posible para que se sientan especiales, intento crear una atmósfera llena de sentimientos, creatividad y donde dejo volar todo lo que haga falta. Quizás eso se lo que me diferencia, pero esta respuesta se la dejo a mis clientas".
Redactora: Mabel Lopez Bravo.
Agencia de comunicación: Ma Vie Romantique
"Me he llegado a inspirar en viajes, me he inspirado en personajes como Iván El Terrible o en el arte, pero principalmente me inspiro en la gente, en las tendencias de la calle, pero sobre todo en las mujeres. Para mí, hay mujeres en mi vida que son una fuente de inspiración continua. Pero a la hora de crear vestidos únicos para las clientas, me inspiro en ellas, en la confianza y el vínculo que creo con ellas… Siempre quiero que sean ellas mismas, en su mejor versión".
"No te sabría contestar con exactitud esta pregunta, normalmente la novia viene con un año de antelación, pero tengo algunas que vienen con casi dos años y otras como seis meses antes. Para mí, lo ideal sería un proceso de unos 8 meses, donde podemos tener las citas adecuadas y trabajar con las clientas de una forma adecuada. El número de citas, lo marca el vestido y la clienta, nunca es un número fijo, pero si te tengo que decir una media, serían entre cuatro y cinco citas".
"Yo disfruto durante todo el proceso, me encanta la fase de diseño y la de ir creando junto con la novia su vestido. Pero la parte más emocionante para mí es la penúltima prueba, cuando la novia llega y ve su vestido casi hecho al 100%, llega el momento de vestirla y de añadir sus complementos, ahí, en ese momento sus ojos empiezan a brillar, es cuando su felicidad del proceso llega al momento culmen, se ve por fin con lo que ella soñaba y esa emoción es muy contagiosa".
"Una novia mía, es ella misma, muchas veces las novias vienen con ideas preconcebidas por las redes o las revistas, pero si indagas un poco más en sus gustos, emociones, su estilo a la hora de vestir o incluso en algún sueño, das con la clave, das con su clave. Yo siempre les digo, que tienen que ser ellas mismas en el día de su boda, que tienen que ir guapas, cómodas y sobre todo que sean unas novias disfrutonas. Pero si me preguntas por la novia de mi colección, es una novia atrevida, que quiere escuchar el ¡guau! de su pareja al verla, es aquella novia que busca tendencia, comodidad y quizás un punto arriesgado para hacerlo un poco más divertido. Busco aquella novia que va más allá de lo evidente, que cuenta algo con su vestido de ella, que todo lo que ponemos o quitamos tiene un significado".
"Son muy parecidas a las novias, por el mero hecho que quizás mi sello de identidad, es mi ideal de mujer. Por ello, busco a la invitada atrevida, a la sexy, rockera, o incluso canalla… Actualmente hay una tendencia más de la invitada clásica y con muchos parámetros marcados. Dentro de que el mundo de las invitadas en estos últimos años se ha ampliado por cien, aún faltan muchas más invitadas atrevidas, que poco a poco se van viendo y que van reclamando su sitio".
"Creo que aun estoy buscándolo, tengo algo más que las raíces de ese sello, pero por los diferentes caminos que la marca ha tomado en estos últimos años, aún la clienta Jorge de la Rosa es un poco dispar. Lo que sí te puedo decir es lo que yo intento transmitir. Mi sello quiere ver vestidos que cuenten historias, que no pasen de moda, que sean especiales para quién los creó. Desde muy joven me impresionaron los vestido de Elsa Eschiaparelli, por como narraban historias, o las creaciones de Jhon Galliano que son pura inspiración. Pues quiero asemejarme a ellos, con total humildad, quiero que esos sentimientos que crearon ellos en mí cuando pude ver en directo sus piezas, sean los mismos sentimientos que le nazcan a mis clientas, cuando se pongan mis vestidos. Ese quiero que sea mi sello".
"Tengo una vida muy normal junto a mi pareja y mis dos perros, en nuestro piso del centro de Madrid. Mis días reflejan un poco mi personalidad, no son ordenados, ni ningún día igual, unos días me los paso en el coche de un lado a otro por Madrid, de mi atelier, al taller, del taller a ver telas, de las telas a tomar un café contigo o una reunión. Otros días me los paso en casa intentando que la inspiración llegue en toda su plenitud. Cuando llega la época de citas, me la paso en el atelier mañana y tarde para atender a mis clientas. Y otros días me los paso cosiendo y patronando. Eso sí, pierdo mucho tiempo metido en las redes sociales. Algo que me gustaría desenganchar pero que quizás ni intento".
"Pues mira, mientras intentaba lanzar mi marca me he dedicado a ser dependiente, camarero, visual merchandaiser, escaparatista, store manager e incluso cuenta cuentos en fiestas infantiles. Siempre he dicho que tendría que ser una profesión en la que se creen cosas, me encanta el vestuario escénico, me encanta el escaparatismo, me encanta todo en lo que pueda crear, pero últimamente y quizás por la situación en la que estamos, me pregunto ¿Por qué no dedicarme a ser agricultor como mi familia? (se ríe)".
"Que sean ellas mismas, que estén felices con su vestido, que les emocione nada más verlo, que se dejen asesorar y que sean únicas".
Redactora: Mabel Lopez Bravo.
Agencia de comunicación: Ma Vie Romantique
Fotografía: Oauh www.oahup.com
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